Comunicaré con total honestidad mis necesidades, deseos, límites y experiencia. Si lo hago, no solo evitaré que mi Amo y yo tengamos la mejor experiencia posible, sino que también evitaremos provocar daños físicos y emocionales. No intentaré manipular mi Amo. No presionaré para hacer que una escena vaya como

No naciste Señor. Tienes que merecerlo.  Aunque ya merezcas ser Señor, esto no quiere decir que merezcas a tu esclava. Ningún Señor merece su esclava. Si ella se entregó a ti, fue pura dádiva. Tu esclava te dio todo sin pedir nada a cambio. Pero aun sin ella te

Me pareció que valía la pena compartir algunos pensamientos nocturnos: a los esclavos, y a los que buscan ser esclavos, se les aconseja constantemente que no se centren en sí mismos y que no se concentren en nuestras necesidades y deseos, sino en las de los demás. Y este puede ser

Capítulo 1: El Amo Sumiso   Marcos, en sus veintitantos años de experiencia como Amo, se consideraba a sí mismo un Dom “como había que ser” considerado y atento con sus sumisas cuando éstas lo necesitaban realmente y duro y cañero cuando  las circunstancias así lo requerían, pero por desgracia, la realidad

    A ti, mi alma Sumisa te escribo desde mi mente y con la tinta de mi corazón, abro la puerta de mi alma, mi sed de dominación te invito a pasar y dejar tus penas. Te entrego mis manos, Tesoro mio para guiarte por la vida de mis encantos, te

El documental estaba siendo tan aburrido que me estaba quedando dormido en el sofá. Le digo a mi sumisa:   -¿Te apetece ver una película?   -¡Sii!   Mi sumisa se acerca, contoneando alegremente su cuerpo, haciendo sonar el cascabel de su collar de perrita, que es lo único que le dejo llevar puesto. El movimiento