En una calurosa tarde de julio llegué al Estudio de BDSM de mí Señora, en torno a las 19:00 horas, la saludé como manda el protocolo de BDSM, me ordenó que me fuera a cambiarme y ponerme mi indumentaria de Sissy, sólo le tuve que preguntar: “¿qué uniforme desea que utilice hoy Señora?”, mí Señora me respondió el corto, que hace mucho calor .

El uniforme corto, es una bata de uniforme que me llega justo por debajo de los cachetes de mi trasero. Procedo a cambiarme de ropa, lo primero que me tengo que poner por orden de mí Señora es el CB6000, mí cinturón de castidad, a continuación empiezo con la media de red pequeña de color negro, el ligero, la braguita a juego con el ligero y con el sujetador, y encima de la bata el delantal de doncella de época, amplio y cruzado por la espalda, y los pendientes de color negro, con unos zuecos color blanco de goma.

Una vez vestida, como mí Señora deseaba, me presento de rodillas delante de mí Señora, haciendo el saludo besando sus hermosos pies y entregado la llave de mi CB, estando a su servicio y disposición, me ordenó que me incorporara y me llevó a un cuarto, ahí me puso el último de mi accesorio, un arnés con un dilo por el culito, ya estaba muy entregada a mi Señora, y me ordenó la tarea de la tarde, quitar el polvo de sus estanterías con el plumero, y  mientras mí Señora salió un momento a la calle para realizar una compra y darle un paseo a sus princesa ( la perrita de mí Señora).

Le limpié la estantería con mucho mimo y como me sobró tiempo empecé a limpiarle los cuadros, de pasé el plumero y después  pasé el paño con un poco de cristal sol, llego mi Señora con un pequeño y gran detalle, unos dulces, me invitó a que me sentase con mi Señora invitándome a comer un poco de dulce. Una vez que terminamos de comer, mi Señora salió a fumar a su patio, yo haciendo mis obligaciones, recogiendo los que habíamo comido y fregando los platos y los cubiertos que habíamos utilizado. Cuando terminé y recogí la cocina, mi Señora me invitó a salir a patio y  sentarme a su lado mientras se terminaba el cigarro.

Mi Señora me dijo “hoy vas a probar el parking de esclavos”, le respondí “si Señora como usted desee”, terminó de fumarse el cigarrillo y me ordenó que entrarse a una habitación, una vez ahí, me ordenó desvestirme y que sólo me quedara con el sujetador y las medias, me puso una máscara… ya empezó mi cuerpo a sentirse un poco emocionado y acelerado, me puso contra la pared, ahí en una sujeción ancló la máscara conmigo, cada vez más, y más, me sentía emocionada y me aceleraba cada vez más, me ordenó que abrieras las piernas, me puso un separador de piernas sujeto a los tobillos… y cada vez me sentía a su merced, también la adrenalina me estaba subiendo de la emoción de estar así, me empezó ha penetrarme y ya sí que estaba a 1000 por hora, sentí que me daba un retortijón de barriga y mi fuerza se me iba para abajo, que lindo placer y  subidón de adrenalina, pero siempre viene el bajón, y me entró, tuve que hacerle la señal de seguridad, porque ya me sentía sin fuerzas para seguir, por ese estado de emociones… Mi Señora cortó inmediatamente el juego, llevándome a una habitación y tumbándome en la posición de seguridad y me tajo un vaso agua.

Mí Señora se asustó mucho, se lo ví en la cara, me transmitió con su mirada paz y amor y me preguntó interesándose por mí estado y le contesté “Señora ya estoy bien”, ha sido un experiencia única que no había vivido nunca en el mundo de BDSM, sólo le puedo decirle GRACIAS POR LA EXPERIENCIA, poco a poco me gustaría superarla y me respondió, vale pero siempre con seguridad y poco a poco, y le respondí Señora siempre me siento seguro aquí con usted, si yo no me siento seguro con usted, no entraría a su estudio de BDSM.  Señora sé que es una gran profesional, gracias por permitirme ser su Sissy.

Autor: Sissy Chantal.