Soy una llorona. Siempre lo he sido.

Lloro de pena, de alegría, de emoción, de felicidad, de impotencia, de rabia… cualquier motivo es válido.

Y a veces… cuando la intensidad de lo que Lord MC me hace sentir me sobrepasa, cuando mil sensaciones y emociones se agolpan en mi interior, cuando me deja sin habla, cuando me sorprende a mí misma, cuando lucho porque mi respiración vuelva a su ritmo normal, cuando mi corazón parece querer salirse del pecho, cuando le he dado todo y más, cuando no soy capaz de expresar lo que siento en ese momento de otra manera, cuando siento a mi Amo ahí, sujetándome firmemente con todo Su ser, transmitiéndome toda Su fuerza, totalmente pendiente de mí, atento y concentrado en Su posesión más preciada, mi Señor envolviéndome en todos los sentidos, abrazando mi cuerpo y mi alma, Lord MC tendiéndome esa mano que tanto necesito y a la que me aferro, mostrándome que cuando me parece que caigo Él no me dejará caer jamás, sabiendo que está junto a mí siempre… entonces… rompo a llorar, como una niña, sintiéndome totalmente en Sus manos en todos los sentidos, tan pequeña y tan grande al mismo tiempo, tan frágil y tan fuerte, tan vulnerable y tan segura.

Y tras ese llanto fuerte, espontáneo, me espera en Sus brazos esa gran sensación de paz absoluta que Él siempre provoca en mí. Una sensación que se apodera de mí y que tanto disfruto mientras me susurra al oído esas palabras que adoro oír.

Ladymarian[AgustinCortésLordMC] 2019