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LAS REGLAS DEL JUEGO

¿Cómo desarrollar una sesión BDSM? ¿Cómo pactar los límites? ¿Qué debo hacer para comunicar a mi pareja mis fantasías? ¿Cómo interrumpir una sesión que me disgusta? Todos estos son interrogantes que se plantean muchos aficionados. Este informe monográfico hará lo posible por responder a ellos, intentando servir de orientación general al que está dando los primeros pasos dentro del BDSM.

Lo primero que se ha de tener en cuenta es que el BDSM es un “juego” (utlizo la palabra juego, aunque obviamente para nosotros es mucho más que un simple juego sexual) donde participan varios roles bien identificados, donde dos o más personas, asumiendo un rol en concreto (ya sea dominante o sumiso), pactan unas reglas a seguir durante el tiempo que se decida. Se han de tener en cuenta los límites y gustos, tanto del dominante como del sumiso, ya que éste adopta ese rol libremente y por tanto se merece el mayor de los respetos.

Comentar que podría haber ampliado bastante este informe sobre las reglas del juego e incluso matizar mucho más algunos conceptos, pero como de costumbre no me gusta demasiado escribir tochos de texto que puedan llegar a aburrirte o sencillamente hacerte perder el hilo de lo que básicamente quiero exponer, de la misma forma que no me gusta entrar en filosofías que inundan el mundo del BDSM y en las que yo mismo no creo. Continuemos como siempre, paso a paso…

COMUNICACIÓN lasreglasdeljuego

La comunicación es esencial. Hablar largamente con tu pareja sobre tus fantasías sexuales es obligado, aunque a muchas personas les resulte muy difícil abordar este tema. Quizás no seas comprendido, pero también puedes llevarte una agradable sorpresa.

Es importante hacer ver que los juegos de dominación y sumisión son útiles para reavivar la relación sexual en pareja, ya que la monotonía y la falta de comunicación es una de las principales causas de la ruptura de éstas.

También es importante evitar que nuestra pareja tenga que buscar fuera de ella lo que no encuentra en casa y en muchas ocasiones son fantasías fáciles de contentar.

Si al practicar BDSM son más divertidas las fantasías en sí que la práctica de éstas, seguramente no has sabido comunicar bien la idea, habéis fallado en algo o realmente son única y exclusivamente fantasías, que siempre es bueno tenerlas.

No me cansaré de repetir que en las diferentes disciplinas BDSM se ha de entrar poco a poco, incluso en las más inocentes e ir de lo más suave avanzando hacia una mayor dureza en las sesiones.

Un comienzo excesivamente fuerte a causa de la desinformación podría terminar por producir un fracaso en el intento de iniciación en el BDSM y difícilmente la pareja volverá a querer jugar si te has pasado ya en el comienzo.

Quizás tu pareja crea que le estás pidiendo que sea esclava las veinticuatro horas del día, todos los días del año. Por cierto, hay casos de este tipo que llevan una vida BDSM 24/7, pero aquí es una cuestión que no voy a tratar por ser ciertamente algo complejo debido sobre todo, a las lógicas presiones familiares y sociales.

Es importante iniciarse tímidamente en el bondage o en la humillación. Lo que cuenta es no precipitarse y recuerda que lo primero es respetar la opinión de la otra parte. Debes pensar que la fantasía es la fantasía y que la vida cotidiana es otra cosa.

sumissa1Lo normal es que después de una sesión, un fin de semana o el tiempo que se haya pactado, tú mismo y tu pareja volváis a ser las personas que érais, con sus opiniones y su propia personalidad, sin obligar a nadie a un comportamiento impuesto.

Pensemos que si realmente te crees tu rol, fuera de la escena y quieres llevarlo a cabo con todas sus consecuencias el resto de tu vida, ya sea de dominante o de sumiso/a, imponiendo a los demás ese comportamiento, tienes un serio problema, soluciónalo.

ROLES

Antes de iniciar una sesión, hay que decidir y tener muy claro el rol que vaya a asumir cada cual, ya sea dominante o sumiso. En general esto se sabe previamente, aunque hay personas que no se identifican necesariamente con uno de los roles en concreto, entonces elegir uno u otro depende del deseo y las necesidades del momento.

En otros casos, sigue tus inclinaciones y pon en práctica tus fantasías. Ten en cuenta que los roles pueden ser intercambiables dependiendo de la personalidad de los participantes, cosa que no ocurre cuando los protagonistas de la escena tienen una tendencia 100% dominante o sumisa.

NEGOCIACIÓN

Cuando llegue el momento y hayáis decidido dar el siguiente paso, hay que plantear la escena y sólo Negociaciónexcepcionalmente, una relación completa. Como siempre, esto depende de cada uno de vosotros y de la relación que os planteéis tener.

En primer lugar, dónde y cuándo se llevará a cabo la escena, los roles y los límites que se pacten.

Se pueden llevar a cabo diferentes negociaciones. Si es con tu pareja, lógicamente la confianza que pone el uno en el otro hará que ésta sea rápida.

También se puede plantear otro tipo de negociación, ya sea por fantasía o porque no se conozcan previamente entre sí, enviando un cuestionario por e-mail para que la otra persona lo rellene e ir conociendo gustos y límites; o bien mediante una charla previa mediante chat o entrevista telefónica. En este caso, siempre que los participantes no se conozcan.

Por último, podemos finalizar con la redacción de un contrato de sumisión que, de mutuo acuerdo, ambas partes firmen asumiendo su rol durante el tiempo y los límites pactados.

LÍMITES

LímitesExiste una forma clara y concisa de darlos a conocer antes de iniciar la escena:

  1. – Indica qué es lo que realmente te gusta hacer.
  2. – Menciona lo que te gustaría realizar y tienes en tus fantasías.
  3. – Deja muy claro lo que no te gustaría en absoluto experimentar.

Al hablar del primer paso, debes estar muy seguro de qué te apetecería experimentar para, en caso de llevarlo a la práctica, no romper el encanto de la sesión.

Conforme adquieras más experiencia, podrás ir entrando en la segunda fase e ir alargando los límites según vayas avanzando.

Lo principal es que el neófito, a causa de las ganas de querer probarlo todo y lo más rápido posible, no se embarque en el juego BDSM más duro y vea que, aún siendo una fantasía muy atrayente, la práctica es excesivamente dolorosa y a causa de esto, se le quiten las ganas de volver a tener una sesión, que podría resultar de lo más positiva.

Por ello, es conveniente seguir los tres pasos indicados al principio y, a partir de aquí, ir progresando paso a paso e ir subiendo el listón, esto ocurrirá seguramente de una forma natural.

También hay casos en que uno se conforma con la humillación sin dolor, el bondage o un fetiche en particular y no se desea nada más, ya que con ello el aficionado se siente totalmente satisfecho.

En suma, debemos respetar siempre los límites: el BDSM es una actividad para el disfrute de quienes lo practican y Sesiónno de una sola de las partes.

Si no existe compenetración y complicidad, mejor es dejarlo antes de crear cualquier tipo de trauma a nuestro partenaire y que pudiese quedar marcado psicológicamente a causa de una mala experiencia.

Y recuerda que los límites los pone el sumiso/a: si el dominante desea traspasar dichos límites, ha de ser siempre con la aprobación y la conformidad del sumiso/a.
También es verdad que con el tiempo, la confianza, la experiencia y la complicidad entre los participantes, se tiene suficiente conocimiento el uno del otro para conocer sobradamente hasta dónde se puede llegar.

LA SESIÓN

Para planificar una escena, en primer lugar, el sumiso debe marcar unos límites, y posteriormente ambos escoger lugar y tiempo de duración de la escena, que lo mismo puede ser de una hora, de una noche, de un día, de una semana… el tiempo lo pactan las partes.

Una vez hecho esto, el sumiso encarna su papel y es en ese momento cuando el Amo/a toma las riendas y planifica su guión.

A veces, lo mejor es no planificar nada y dejarse llevar por los sentimientos o las sensaciones que se vayan transmitiendo entre los participantes.

Asimismo, cuando es un sumiso/a experimentado/a y ya ha tenido sesiones con dicho Amo, o ha sido entregado por su Amo a otro, se tiene la suficiente confianza como para no tener que marcar límites.

Por supuesto, todo dominante experimentado observa por los movimientos, sensaciones y expresiones del sumiso/a, hasta dónde se puede llegar.

CONTRASEÑAS

También es conveniente marcar una serie de contraseñas para que el sumiso/a pueda comunicarse con el dominante sin tener que romper la complicidad y el encanto de la escena. A veces puede ocurrir que el dominante haya llegado al límite pactado, pero en ese momento el sumiso/a desee continuar y subir el listón.

Si por ejemplo se trata de una sesión de spanking, puede elevar su trasero como señal al Amo/a de que desea más contundencia en el castigo o acordar unas palabras previamente, como: Mi Amo, deseo más.

En el caso contrario, tanto en el caso de que sea el Amo/a quien exceda los límites o que el sumiso/a vea que no es capaz de aguantar ni siquiera lo pactado, puede emplearse una frase como: Por favor, mi Amo, te suplico que bajes el azote.

Esto es únicamente un ejemplo. Cada uno elegirá las contraseñas a su gusto, incluso simplemente las comunicará con gestos, un chasquido de sus dedos, un movimiento de cabeza… También puede preguntar el dominante al oído del sumiso/a y este contestar sí o no.

Lógicamente, estas contraseñas están de más cuando se trata de dominantes y sumisos con un alto grado de Finalexperiencia y compenetración, ya que la complicidad existente entre ambos hace que las contraseñas sean totalmente innecesarias, dada la cantidad de experiencias vividas juntos, aunque nunca están de más.

AL FINAL

Recuerda siempre que si tienes fantasías sobre un fetichismo en concreto o relacionadas con el BDSM, no es perjudicial llevar éstas a cabo, siempre que haya respeto mutuo, se elija libremente y con capacidad para hacerlo, se sea mayor de edad y no se perjudique a la otra persona ni física ni moralmente.

En los juegos de dominación y sumisión lo que se busca es disfrutar, no causar daño o dejar de respetar la decisión de la otra persona.

Si ésta no está de acuerdo y no disfruta con nuestros juegos, esto no es BDSM, es simplemente violencia y yo, al igual que otra cualquier persona que razone con cordura, sentido común y defienda la libertad de elección, estamos totalmente en contra de cualquier forma de violencia, ya sea verbal o física.

Recuerda siempre, si eres dominante, que la parte dominada merece el mayor de los respetos como persona, ya que se entrega libre y voluntariamente.

16Además nunca podremos valorar quién depende más de quién, si el dominante del sumiso o viceversa, ya que la dependencia es mutua. Y el placer, en justa correspondencia, debe serlo también.

Algo importante a tener en cuenta y que algunos no entienden es que para que haya una sesión de castigo no ha de haber un motivo.

Hay Amos/as que esperan que sus esclavos/as se equivoquen o desobedezcan una orden a propósito y de la misma manera, hay esclavos/as que las hacen para recibir el castigo, esto puede dar paso a confusiones y suele despistar.

Porque igual es posible que no se inicie una sesión de disciplina si no ha habido antes una falta. Otra cosa es que la relación haya sido pactada de esa forma, pero siempre que los conceptos estén claros.

Lo que hay que tener muy claro es que para que haya una sesión BDSM sólo es necesario que dos o más personas estén de acuerdo para que ésta se lleve a cabo en el momento en que les apetezca y ya está, sin mayores complicaciones.

Hay que tener siempre presente que, dentro del juego, la motivación esencial es el juego mismo y su consecuencia el disfrute de todos los participantes y no la posibilidad de crear complejos de culpabilidad en la persona que asume el rol de sumiso/a.

El esclavo/a, por muy perfecto que lo haga, siempre se puede equivocar a los ojos del Amo/a y esto es suficiente para la aplicación de un correctivo, no hace falta más, es parte del propio juego.

Así que dejad volar vuestra fantasía y sacad todo el jugo posible de cada sesión, nadie mejor que vosotros mismos para encontrar el equilibrio entre la fantasía y la realidad de llevarla a cabo.

Espero que este informe os sirva de orientación, pero no olvidéis que el camino lo tenéis que marcar vosotros mismos, nadie tiene que deciros cómo debéis hacerlo, la última palabra siempre es la tuya. Ten claro que no existen reglas fijas dentro del BDSM que tengan que ser seguidas al pie de la letra, ni absolutamente nadie que pueda marcarlas.

Texto y Fotos: José Luis Carranco – Las Reglas del Juego: El Manual de BDSM – Ediciones B

Disponible en: Casa del libro y Lulu

  • Nº de páginas: 416 págs.
  • Encuadernación: Tapa dura
  • Editorial: S.A. EDICIONES B
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788466638388

Comentarios

  • Javier
    04/01/2017

    Muy interesante el libro de gran interes para un principiante.

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