Escondida a la vista del público en la Biblioteca Nacional de Israel se encuentra una colección de libros de bolsillo pornográficos de temática nazi de los años 60, “Stalag” escritos y consumidos por israelíes

Parte de la misión de la Biblioteca Nacional de Israel es asegurar copias de todo el material publicado en Israel. Normalmente esto no es un problema, y ​​la colección de la Biblioteca Nacional de Israel no tiene rival en el mundo por su colección de hebraica y judaica. Pero, en ocasiones, recopilar todo lo publicado en Israel genera momentos incómodos. Por ejemplo, la colección oculta de la biblioteca de “stalags” o libros de bolsillo porno de temática nazi, creados y escritos por autores israelíes y consumidos por adolescentes israelíes en la década de 1960.

Los “stalags” fueron un fenómeno de corta duración, que solo duró unos pocos años antes de convertirse en ilegales. Curiosamente, alcanzaron el apogeo de su popularidad durante el famoso juicio de Eichmann. Originalmente se dijo que eran simplemente traducciones de autores ingleses, pero si se examina más de cerca, el género parece haber sido completamente israelí. Casi el único material pornográfico disponible, fue comprado por adolescentes, a menudo hijos de supervivientes del Holocausto.

Las tramas generalmente involucraban a mujeres oficiales de las SS (inexistentes en la Segunda Guerra Mundial) empeñadas en castigar a un héroe masculino, generalmente estadounidense o inglés, encarcelado en su Stalag de dolor / placer. Estos libros también fueron fuertemente influenciados por el libro de 1955 “La casa de muñecas” de K. Tzetnik, un superviviente anónimo de Auschwitz que escribió sobre mujeres prisioneras obligadas a prostituirse por los guardias nazis. Aunque fue bien recibido en la década de 1950, más tarde se dijo que el libro era ficticio,  desde entonces ha sido refundido y se piensa que es un precursor de los libros “Stalag”.

Un “Stalag” particularmente famoso fue “Yo era la perra privada del coronel Schultz” que causó tal alboroto que todas las copias de los libros fueron confiscadas por la policía.

Después de dos años de gran popularidad, los libros “stalag” se convirtieron en ilegales y desaparecieron en gran medida de la sociedad israelí, a menos que, por supuesto, vayas a la Biblioteca Nacional de Israel, donde se encuentran en una habitación trasera no disponible para el público (aunque accesible si eres un investigador). Son copias de “Yo era la perra privada del coronel Schultz” y muchos otros “Stalags”, ejemplos de las muchas formas extrañas en las que la cultura maneja y mezcla la tragedia, la violencia y el sexo en nuevos y extraños brebajes.

Existe un documental sobre los libros de “Stalag” que fue escrito y dirigido recientemente por Ari Libsker.

Artículo hallado en Internet, en la página Atlas Obscura.