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JUEGOS FEMDOM DE HUMILLACIÓN PARA MANTENER PROFUNDAMENTE SUMISO A UN MACHO

Los juegos FemDom de humillación están diseñados para crear esa situación en la que los machos se sienten profundamente sumisos a su Dómina. Aquí hay algunas ideas acerca de esos juegos, elegidas al azar, para que las Mujeres Dominantes los usen con sus sumisos. Pero siempre como un juego de rol FemDom consensuado, negociado, divertido, feliz y amoroso.

Estas ideas pueden ser empleadas en diversos juegos FemDom. Hay una pareja que tira unos dados de rol para ver que les depara el futuro. Y hay quien ha sugerido emplear la terminación del número cotidiano de los ciegos, para determinar cual es el “Castigo FemDom del día”.

 

Lista de provocaciones FemDom

  • Déjalo en porretas mientras tú permaneces ataviada con tus mejores galas de Dómina.
  • Haz que se arrodille ante ti y te bese los zapatos.
  • Ordénale que se dirija a ti como “Ama”, “Dueña” o “Señora”.
  • Ordénale que te lama el ojete.
  • Átale las manos y ordénale que te desnude con su boca y dientes.
  • Sométele a una negación de orgasmos durante extensos periodos de tiempo. Si te desobedece corriéndose, castígalo duramente.
  • Átale las pelotas con un cordel pasándole un nudo corredizo por la punta de la polla. Luego, coge el extremo del cordel y dale tirones, sacudidas o llévalo por la casa tirando del mismo.
  • Muéstrale la entrepierna de tus bragas y haz que la huela, pero no le permitas tocar.
  • Átalo a la cama, abierto de piernas y brazos, y juega con él durante horas, empleando juguetes eróticos y, por ejemplo, hazle cosquillas con una pluma.
  • Provócale una tremenda erección y, cuando lo tengas así, golpéale la picha con una fusta o una paleta.
  • Si necesita que lo animes un poco más, llévalo al borde del orgasmo, pero no le dejes correrse.

 

Consejos para tentarlo en la alcoba

Ponte su lencería FemDom favorita y tiéntalo con ella. Aráñale con tus uñas. Hazle cosquillas. Pellízcale los pezones. Siéntate sobre su pecho y descubre lo que está dispuesto a hacer para poder besarte las tetas. Déjale que casi llegue a tus pezones, pero aléjate y hazle suplicarte. Tómate un descanso, colócale algunas de tus bragas usadas sobre la cara y sal un rato de la alcoba, para que piense en qué le vas a hacer luego, mientras huele el aroma de tus bragas.  

  • Ponte en cuclillas sobre su rostro y haz que alcance con la lengua para saborear la entrepierna de tus bragas.
  • Véndale los ojos y hazle lamerte el chocho hasta que tengas varios orgasmos.
  • Frota su cara contra tu coño, o siéntate en su cara y has que te lama hasta que empiece a tener arcadas y le duela la mandíbula.
  • Ata sus pelotas a algo tras él, para que tenga que tirar de ellas para acercársete.
  • Mastúrbate ante él, usando un consolador o un vibrador, colocándole la base del aparato entre sus dientes y obligándote a satisfacerte con el mismo. Húndete en el mismo, hasta que su nariz quede entre tus nalgas. Luego, hazle lamer el consolador o vibrador, para limpiarlo.
  • Ponle en la cabeza una de tus bragas usadas, para que pueda oler tu aroma pero, mientras tanto, tenle la polla encerrada en un aparato de castidad.
  • Mientras hace las tareas domésticas por la casa, oblígale a usar  tus bragas u otra lencería, o travístelo como una criada travesti.
  • Tendrías que ponerle tu collar y llevarlo siempre con una correa unida al mismo.
  • Cabálgalo como tu “equus eroticus” que es, tú poniéndote unas espuelas y blandiendo una fusta mientras lo montas.
  • Átale las pelotas con un lazo y correa y llévalo de un lado a otro usando la correa. Luego átale las pelotas al fregadero, mientras friega la vajilla.
  • Vístelo de nena, como el putón que es, colócate un consolador de arnés y haz que te suplique que le dejes chuparte la polla. Luego dale por el culo con ella.
  • Cuando se vaya a trabajar, haz que debajo de su ropa lleve tu lencería, para que así piense constantemente en su Ama.
  • Si el está cachondo y tú no, haz que se desnude y se arrodille ante ti, en silencio, y manteniendo su erección. Haz que se masturbe en tu honor y te suplique que le permitas correrse. No le dejes si no quieres. Y, si se corre, haz que se trague su leche derramada.
  • Prémiale por lo que haga bien. Por ejemplo, permítele que te bese el culo después de hacer la colada. Dale un minuto de su placer por cada tres del tuyo.
  • Y cinco minutos de placer para él, después de que te haya hecho correrte cinco veces.
  • Dale diez azotes por cada minuto que tarde en correrse.
  • Si crees que se ha ganado un orgasmo, hazle correrse y luego hazle lamer el semen para dejarlo todo bien limpio.
  • Llévalo hasta el borde de un orgasmo y mantenlo allí: no le dejes correrse hasta que le des permiso para hacerlo. Y, una vez se lo des, ordénale que se corra en cinco segundos y, si no puede, que pare y se fastidie.
  • Si está muy, pero que muy caliente, y te está molestando con su necesidad, puedes ordenarle que se la menee y se corra cinco o seis veces, a tus pies, y que luego limpie toda la leche con la lengua.
  • Cuando salgas, ordénale que se ate, o que se desnude, o que se vista de chacha travesti, y que te esté esperando así, junto a la puerta, cuando vuelvas.
  • Haz que piense en un nuevo modo en que humillarlo. Y castígale si su idea no te parece lo bastante buena.

 

Lista de castigos

Si no está cumpliendo a tu satisfacción, o simplemente si crees necesario reforzar tu dominio sobre él, castígalo. Aquí tienes algunos castigos que puedes usar  sobre tu sumiso.

  • Azótalo o fustígalo con un cepillo de cabello, un cucharón de madera, una paleta, una regla, un cinturón, un gato o una fusta.
  • Átalo sobre la cama, con las muñecas sujetas a los tobillos, y déjalo así durante un largo periodo de tiempo. O átalo a una silla. Y si lo has desnudado antes, eso lo dejará expuesto y vulnerable a castigos adicionales, de ser estos necesarios.
  • Átale las pelotas y la polla con un cordón de cuero largo, una cuerda de tender o unos lazos de zapato. Que sea un trozo largo, para poder rodear muchas veces la base de sus cojones. Separa las pelotas, una de otra, con el cordel, luego rodea repetidamente su picha, desde la base a la punta, y después pasa el otro extremo del cordel por entre sus piernas y átalo a su collar o a sus esposas.
  • Hazle usar un cinturón de castidad o una jaula de pene.
  • Ponle pinzas de tender o pinzas quirúrgicas en los pezones, los huevos, el pene o donde creas oportuno.
  • Insértale un tapón anal en el ojete, o dale un enema, o colócate tu consolador de arnés y fóllale el trasero con él. Sodomízalo a menudo. Y no le des ermiso para correrse cuando tu le estés haciendo todo eso.
  • Haz que te limpie el chocho con la lengua después de que hayas meado.
  • Pásale cubitos de hielo por los pezones o por sus partes.
  • Échale cera caliente de una vela.
  • Humíllalo públicamente: llévalo de compras en busca de unas bragas y otra lencería para él. Y mejor si lo llevas con su collar y correa puestos.

 

Hallado en Internet, en el portal FemDomming.

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