ESCLAVO 24/7 Y AÚN DESEO MÁS

Soy esclavo de 39 años, vocacional, con experiencia en haber tenido un contrato de Ama y esclavo 24/7 y tengo experiencia en feminización forzada, transformación en Sissy de limpieza de casa, vestido con un catsuit femenino ajustado a las curvas de mi delgado cuerpo. Pvc y látex negro y a veces rojo, vestido de pies a cabeza con capucha incluida con pequeños agujeritos en ojos, nariz y boca. Me pintaba mi dominante mujer los ojos con raya negra, también las pestañas, me daba sombra gris o azul en los párpados y me pintaba los labios con raya negra delimitadora y rellenado de color rojo con una pintura que duraba.

Sobre el catsuit brillante de látex me ponía unas altas botas hasta los muslos, con 8 centímetros de tacón de aguja o fino y acabadas en punta y plataforma en los dedos para parecerme a su prostituta. Las botas se cerraban con cintas de hebilla y las cerraba con pequeños candados de metal. Sobre el catsuit en mi cintura me ponía un corset de cuero negro con hebillas cerradas con candados, en mi cuello me ponía un collar de cuero grueso y metal con pinchos de adorno, con una placa que decía esclavo propiedad de ella. El collar lo cerraba con otro candado de metal.

En mi sexo, abría la pequeña cremallera del catsuit y me ponía en el ano un pequeño o mediano plug anal tapón untado con vaselina o afrodisíaco y en el pene y testículos un dispositivo de castidad modelo cb 6000 de plástico duro transparente, de largo para el pene 7 centímetros y ancho 3,5 y un aro lo suficiente seguro y ajustado a los testículos, todo cerrado con otro candado para la castidad y otro la cremallera.

En mis muñecas, codos y tobillos ponía unas cadenas unidas entre si y a la vez al collar, dejando larga cadena de separación. Así vestido, metía las llaves en un cajón y me ordenaba abrir la boca y metía mis bragas que usaría al día siguiente y me amordazaba eróticamente con cinta de momificación sujeta a la capucha.

Así vestido debía primero prepararle un baño de agua templada con espuma y esperar de rodillas a que se bañase mirando sus botas puestas a los pies de la bañera. Al terminar me ordenaba, llamándome con nombre femenino de esclava, lavar los platos de la cocina, barrer y fregar toda la casa, regar las plantas y limpiar su colección de botas (20 pares). Al terminar lo supervisaba y si estaba todo un poco mal me castigaba dejándome la castidad 24 horas más y prohibiéndome salir esa tarde sin quitarme el uniforme tampoco y ordenándome sentarme a escribir un largo relato en mi blog diario de un esclavo adorándola y hablando de mi felicidad como su esclava.

Si no le gustaba el relato me ampliaba la castidad 24 horas. El máximo que me tenía en castidad eran 7 días y por salud me dejaba eyacular una vez a la semana en una vagina de silicona de sexshop durante 10 minutos, contando el tiempo sentada a mi lado y uniformado con mi catsuit humillado.

Como perrito jugaba conmigo tirando su fusta y ordenando que se la devolviese con la boca, así unas 15 veces pero ataba antes con cinta de bondage mis codos y muñecas y muslos y tobillos, uniformado o desnudo y con el plug anal que a veces me quitaba para follar mi agujero con su strapon. Los latigazos y fustazos me los daba como entrenamiento varias veces a la semana o bien tumbado y esposado en cruz boca abajo a la cama o bien con mi cabeza y brazos metidos en los agujeros de un cepo de madera, con capucha y amordazado con cinta y  los tobillos metidos en una barra de metal separadora. En mi culo y muslos recibía a nivel bajo erótico o medio azotes con fusta, pala de cuero, floggers y pequeño látigo y mano. Como perrito comía a cuatro patas con rodilleras en mi platito de perro y lamía los pies de mi dueña que pisaban eróticamente la comida y agua.

También me adiestró en la momificación tumbado boca arriba delante del sofá, envuelto de pies a cabeza con cinta negra de momificación y a veces con privación sensorial de oídos con la capucha o con tapones de piscina y de ojos con la venda de cuero de la capucha. Así momificado, me obligaba a lamer sus pies enteros y también me los ponía en los testículos acariciándolos y obligándome a excitarme con o sin la castidad hasta correrme en sus pies o en un preservativo y ordenando comerme lamiendo mi propio semen y divirtiéndose limpiándome con gel o jabón el pene vacío tras eyacular y amenazando eroticamente con dejarme con la castidad puesta una semana mientras me ponía otra vez el cinturón de castidad momificado e inmóvil. Debía decirle gracias mi Ama por ponerme la castidad para ser buena puta suya. Si no lo decía, me ponía no 7 días la castidad sino 8 (el máximo seguido por salud y consenso).

 

Autor Anónimo.

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