El collar es la marca por excelencia de un/a sub dentro del contexto de una relación BDSM. Su función utilitaria es muy simple, pero su significado simbólico tiene tantas interpretaciones como personas.

El collar es un elemento con gran variedad de formas y tamaños, confeccionado en todo tipo de materiales, cuya función principal es decorar el cuello del/de la sub y a la vez ofrecer un punto de agarre para una correa llegado el caso. Su importancia, sin embargo, excede lo meramente estético, dado que el collar es el símbolo universalmente aceptado dentro del BDSM para expresar sumisión a un/a Dom. El collar es un signo de propiedad que expresa el estatus de pertenencia de un/a sub a un/a dominante, algo parecido a un anillo de compromiso.

Cuando un/a sumis@ luce un collar en público da a entender con ello que ya está comprometid@ con un/a Dom, por lo que sería inadecuado realizarle cualquier proposición que entrase en conflicto con dicho compromiso. Es muy habitual que un/a Am@ obsequie a su sumis@ con un collar cuando se ha consensuado entre las partes emprender una relación D/s estable, especialmente si dicha relación va a tener un carácter exclusivo y monógamo o, incluso, de pareja. En este último caso, si la relación BDSM está acompañada de sentimientos románticos, el collar adquiere un valor simbólico añadido, pasando a convertirse también en un elemento que expresa el firme lazo afectivo que une a Dom y a sub, una marca de fidelidad y de confianza mutuas.

El ritual de la imposición del collar es uno de los actos más mitificados del mundo BDSM, junto con quizás el de la “firma” del famoso Contrato de sumisión, escenificado hasta la saciedad en el cine, la literatura y el arte gráfico, pero no es necesario que sea algo ostentoso para que sea muy especial tanto para el/la dominante como para el/la sumis@.

El collar es también un recordatorio permanente de nuestras obligaciones para con nuestr@ sub y para con nuestr@ Am@. El collar no está solo para lucirlo, también está para honrarlo, un/a sub debe ganarse cada día el derecho de llevarlo, y un Am@ debe honrar lo que representa.

El collar puede servir también como signo para saber cuando se está jugando y cuando no. Se puede delimitar que si el/la sub lo lleva o pide permiso a su Am@ para llevarlo a partir de ese momento se está jugando dentro de los roles, y el juego se termina al quitar el collar.

Much@s sumis@s, especialmente aquell@s que se definen 24/7, llevan el collar puesto en todo momento. Para ir con este elemento en público se recomienda llevar un collar “de calle”, uno que sea relativamente discreto y que perfectamente pueda considerarse un accesorio de moda.

El collar puede significar una cosa distinta para cada persona o pareja, desde una simple marca de propiedad hasta incluso una alianza matrimonial, cada un@ le da su propia lectura porque detrás de cada collar hay una vida, emociones y unas experiencias completamente únicas.

Ilustración: femdom bitchez