AGRADECIMIENTO

Nosotras las sissys, las sumisas y los sumisos tenemos que tener presente muchas cosas del mundo bdsm que nos dan nuestra Señoras o Señor Dominante. Una tarde me encontraba en la casa de mi Señora, esa tarde era un poco atÃpica, porque a llegar yo a su casa para que el servicio diario, me dispuse a cambiarme de indumentaria y con la sorpresa, que me encontré encima del mueble de mis uniformes, un top negro de tirantes y una bonita falda de polipiel entallada por debajo de las rodillas. Cogà las dos pendas y me dirigà hacia mi Señora para preguntarle por esas dos pendas. Llegué donde se encontraba y le pregunté: “¿Señora he encontrado estas dos pendas encima de donde guardo mis uniformes, que hago con ellas?” Mi Señora respondió: “si están ahà puestas es para probártelas”, no me lo podrÃa creer, ésa tarde mà Señora querÃa que me probase esas dos pendas.
Me fui corriendo a la habitación, me desvestÃ, me empecé a poner el cinturón de castidad, a continuación me puse una lencerÃa acorde con las pendas, algo sexy, braguita, no mejor tanga, unos pantys, no mejor unas medias con sus ligueros, el sujetador a juego, me puse la falda, me la coloqué en mi cintura, empecé a cerrar la cremallera y !!! Bien¡¡¡, me quedaban que ni en pintura, sentà en ese mismo momento un placer incondicional me sentÃa feliz por dentro de mi cuerpo, después me metà el top, también me sentÃa genial, me puse los últimos detalles, pendientes y zapatos, y me dirigà hacia mi Señora, me postré de rodillas, la saludé, y màSeñora me ordenó que me incorporase, y ella me revisó como estaba vestida, noté que le gustaba lo que me habÃa puesto, me salté un poco el protocolo y la miré a los ojos y le dije, Gracias Señora, por verme asÃ.
Otra tarde ya me habÃa vestido con el indumentario correcto para el servicio de mi Señora, con la lencerÃa correspondiente, con la bata de servir y el delantal, me ordenó una limpieza a fondo de la cocina, mueble por mueble, sacar lo que habÃa y limpiar el mueble y los objetos que habÃa en su interior. Me metà en faena, yo estaba haciendo mis cosas y de pronto me hizo una visita mi Señora, me preguntó: “¿nena como vas la faena?”, lo que respondÃ: “Señora bien, Gracias Señora por poder hacer esto”
Estaba mi Señora esa tarde muy alegre feliz, quiero recordar que estaba hasta canturreado canciones, esa tarde me encomendó hacer el cuarto de baño, yo como Pedro por su casa, me preparé, cogà mis utensilios para ponerme a limpiar y me puse manos a la obra, empecé a limpiar todo el bañó desde los sanitarios (el Walter, el lavado, el plato de ducha), hasta los azulejos, y una vez que terminé y recogà todos los utensilios de limpieza, me preguntó mà Señora que cómo estaba y cómo habÃa terminado la tarea, y yo le respondà “Gracias Señora por poderte limpiar”
En otra ocasión mi Señora me dijo: “nena esta tarde te voy a enseñar principios básicos del protocolo del Bdsm”, me puso de rodillas delante suya, y empezó a sacarme y enseñarme artilugios de juego de Bdsm y para qué se usan, sus fines, sus medidas de seguridad y cómo se deberÃa de limpiar seguramente, también me estuvo hablando de cómo tenÃa que ser mà conducta de sissy, y después dejó para lo último el tema de saber esta en reuniones BDSM, osea el protocolo que querÃa inculcarme como sissy, los saludos, cómo tenÃa que tratar a las demás Señoras y Señores Dominantes, tuvimos un gran charla o mejor dicho me estuvo instruyendo durante toda la tarde. Me encontraba ansiosa de estar oyendo las nociones básicas de protocolo BDSM, cuando terminó la explicación de mi Señora, me preguntó y me dio la palabra para preguntarle las dudas que me podrÃan haber surgido, lo que accedà encantadamente, y aclaró algunas de mis dudas, y le respondàGRACIAS SEÑORA.
En otra ocasión mi Señora me preparó por la tarde, tuvo la gentileza de llevarme a un cuarto que nunca habÃa entrado ya que siempre se encontraba con la puerta cerrada, yo iba vestida con mi uniforme habitual de servidumbre, cuando llegamos a la puerta de la habitación, la abrió y me encontré en el medio como un clase de trÃpode, mi Señora me estuvo explicando qué era ése artefacto, cómo se llamaba y sus usos, lo cual decidimos probarlo y tener mi primera experiencia en ése artefacto y cuando terminamos de usarlo, mi Señora me preguntó que tal habÃa ido la experiencia, a lo que respondà “muy bien Señora, GRACIAS SEÑORA, por haberlo probado”
Ahora ya ha llegado el momento de explicar todos los expuestos anteriormente, fijando en los detalles más significativos que ha habido, que una Señora Domina, se ha delicado e invertido sus tiempo en enseñar, educar, en hacer realidad unos sueños, en ser confidente de nuestro mayor secreto, por eso y por más, una sissy, una sumisa y un sumiso, no son nada ni nadie sin no tiene una Señora o Señor Dominante, Gracias por existir.Â
Autor: Sissy Chantal
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